viernes, marzo 17, 2006



Cuando se hace una adaptación, hay que pensar muy bién como efectuarla, para que la obra que se adapte, no quede disminuida de los parámetros que en ella concibió su autor. Las adaptaciones, casi siempre son por motivos técnicos o estéticos, bien por problemas de montaje, o por duración de parlamentos, cuyos retoques son necesarios y no quitan ni un ápice de la intención pensada por su creador. CLARK GABLE, QUE HOMBRE! ha sido deliciosamente adpatada y dirigida, con todo cariño, para hacer pasar al venturoso espectador que la vea, un rato maravilloso, donde abundan los momentos de equívocos bodevilescos, las sonrisas y las risas más contundentes, y sobre todo el fiel reflejo de una sociedad, que sin televisión, sin móviles y con muchas menos prisas que ahora, leia, iba al cine o al teatro y escuchaba la radio.En esta comedia, el divertimento está asegurado de antemano.