martes, marzo 14, 2006


EL MONÓLOGO

Quizás de las más dificiles disciplinas del arte de Talia, el monólogo enfrenta a un solo actor a la mirada de multitud de espectadores que van analizando todos sus registros. Los registros que el autor, en este caso el gran Darío Fó, ha preparado con sabia carpinteria teatral, para exigir de una sola persona, la identificación de parte o todo el público que asiste a la función.El monólogo es en suma una gran prueba, a la que muchos actores temen, porque no saben encontrar en su soledad compartida con las tablas su otro yo que les grita desde el interior.
En el monólogo de LA MADRE PASOTA, se expone el proceso de transformación de una madre totalmente tradicional, en lo que la sociedad actual califica de "PASOTA". Narra las vicisitudes que esta mujer vivió, para impedir que su hijo se apartara del "buen camino", y eso la lleva a situaciones tragi-cómicas, terminando ella misma atrapada en las redes de las que pretendia rescatar a su hijo.
En EL DESPERTAR vemos como la dueña de la casa se despierta, y como cada día, en breves instantes y como los coches, tiene que ponerse a cien: El niño, el desayuno, la ropa, la plancha, más niño, la cama, el marido, el trabajo, la hora, los pelos, mas marido, mas niño, las llaves . . .¿Donde estan las llaves? En fín y todo por tener dos trabajos a la vez. Pero. . . ¿ Cual de los dos es el trabajo, y cual no? Y así cada día: El niño, el reloj, la olla, la plancha. . .
Y por fin en LA MUJER SOLA, Darío inventa un monólogo desquiciado en clave de humor, con el que la mujer narra la soledad que algunas veces se apodera de las amas de casa . Una soledad incluso grotesca en algunos casos, y siempre penosa; una soledad plena, vacia de cariño y llena de voces exteriores: La tele, la radio, el cassete, la família, los vecinos. . . Una vida monótona y a veces dolorosa, pero que aguanta antes de que le quiten a sus hijos y perder su hogar.